🖋 Apenas tenía 7 años, mi madre lo decía, “de grande serás periodista” y es que nuestra madre siempre tiene razón en todo. Mi camino eran las armas, ley, justicia, ganas de portar un uniforme y ser Policía Federal.
Sin embargo, las cosas cambian ahora tenía 18 años, era momento de elegir mi profesión, siempre me ha gustado el protagonismo, ser el centro de atención, ver más haya de lo que nadie ve, ir más lejos, caminar por rumbos nuevos, algo que me lleve a otro lugar. Elegí la carrera en Ciencias de la Comunicación, la razón: ser presentador de noticias. ¡Qué tonto estaba! ¿Presentador de noticias? ¡Jajajaja!
Tengo 19 años, conozco a mi mentor, Ehécatl Mello Sánchez, (a él le debo todo) ¡sí!, aquel periodista nocturno conocido por su famosa frase ¡estás son… las historias, de la madrugada! Primer día de clases de periodismo, ¡quede encantado!, me dio la oportunidad de ser jefe de editorial, siguiente parcial y ahora soy jefe de prensa, era un periódico digital, chiquito, pero era. ¡Mis primeras notas ahí fueron publicadas!
Casi tengo 20, y en la mente me surge la idea de crear un portal de noticias, no sabia como iniciar, qué hacer, a quién pedir ayuda, no sabia nada. Conozco en una conferencia a Ramón Alberto, fundador del primer periódico digital en México, Reporte Índigo, su ponencia me deja aún más enamorado del periodismo y en la mente me deja la frase “a nadie le debo nada”, esa frase marco mi vida, pues me di cuantas que no necesito de nadie para soñar y hacerlo.
Ahora tengo 20 años y estoy más que dispuesto para iniciar mi sueño, surge la página de Facebook El Insurgente, un nombre que para mi mentor no era del todo bueno, pero para mí sí lo era. De ahí comienzo a buscar información, a redactar noticias, tomar fotografías, contar historias, publicar y publicar, alardear de lo que hacía y como lo hacía. De esta manera, comenzaron a llegar los “Me Gusta”, “Compatir” “Aceptar” y los “Seguidores”. Poco a poquito, insistí, no claudique y aquí sigo escribiendo para informar.
Ahora tengo 21 años, me siento preparado para seguir informando, pero… llega 2017, justamente el día 2 de septiembre y a las afueras de mi hogar, ya me esperaban… un hombre y una mujer se acercan con mirada fija y con tono amenazante me dicen “Ya sabemos que andas poniendo el dedo, cuídate que te vamos a quebrar, sabemos dónde estudias, a qué hora llegas y los caminos en los que andas. Haya sido cómo haya sido, cuídate”. ¿Ya se imaginan? recibí una amenaza de muerte del crimen organizado tras la publicación de la detención de dos narcomenudistas
Ahora es 2018, tengo la custodia policial pero han sido meses difíciles, deje muchas cosas, preocupe a mi familia, amigos y seguidores, deje las fiestas, deje un poco el periodismo, mi estado emocional cambia repentinamente, no soy el mismo de antes, me duele pero intento seguir, es complicado y mucho, apenas llevo unos años en el periodismo y me doy cuenta que vivir en este país no es nada fácil.